23 Octubre
A mi pequeña flor, que olvidamos siempre porque no hace
ruido. A la princesa menuda, silenciosa y solitaria. A ella, que se queja poco
pero lo hace con fuerza, que es lenta porque se mueve cuidadosa y meditabunda,
que estudia los rostros y los gestos antes de decidirse a amar.
A ella, que se avergüenza de decir su nombre porque no lo
pronuncia bien.
Que se esconde detrás de la rabia porque muere de
timidez.
Que esconde indescibrables secretos, pero no resiste y
los descubre.
Que debajo de la piel tiene ya el instinto de la madre
dulce que será.
A ella, que viste pequeño pero vale mucho. Grácil y
ligera, pero tenaz e inflexible.
A mi pequeña fortaleza, que todos los años que vendrán
(aunque si tu ahora no lo sabes y probablemente nisiquiera lo deseas) te den la
sabiduria que se necesita para cultivar tus cualidades y para convivir con tus flaquezas, y que esos
años hagan de ti la mujer en la que prometes convertirte.
Feliz Cumpleaños, Chiara.
Nessun commento:
Posta un commento
Commenta qui